REDENCIÓN
Búscame amor, ¡Sálvame!
hermana lo sublime que viste la ternura,
al roce seda de los labios
que acarician el reflejo de una daga,
arma ígnea que atraviesa el corazón
carente de tu alma,
cuenta las estrellas que separan,
tu esencia conjugada
del místico fervor disuelto en la palabra,
rescátame del lúgubre temor
de vivir eternamente en hondonada,
encuéntrame en el último estertor
del intenso clímax de las hadas,
y hablaremos el lenguaje existencial
de los seres que al amarse,
sienten todo, con la luz de sus miradas.
NOEMÍA
04-08-2011
12:50 A.m.
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