Escribo
desde el fuego intenso
que me quema entera,
y al que algunos llaman Silencio,
o mil formas de
morir…
NO
No puedes
impedir
que
del cielo caiga lluvia
ni que
el sol copule con la luna,
todo
tiene que existir como debía
a la
esencia no se puede reprimir,
y a
las aves, no se debe recluir
para
ellas, si no cantan y vuelan es letal
y se
desangran gota a gota antes de morir,
aun
cuando las habitaciones del cuerpo
son
inagotables, siempre tienen fin,
aunque
la memoria guarde chispas de rubí,
disfrazadas
de diamante,
no
intentes coartar lo que soy y lo que fui,
¡Lo
que visto como piel desde el inicio de los seres!
porque
nadie puede arrancarle
su
lanza al caballero andante,
ni
curar su magnífica locura,
no me
pongas a la orilla del abismo existencial
no
incrustes los vacios al vasto mar,
¡La
mujer ave, tiene que fluir!
no
arranques ninguna de las plumas de sus alas,
su
sangre efervescente tiene que manar
a
través de su pluma y de su alma,
¡Sí,
la puedes lacerar de mil maneras!
¡Sí,
la puedes comprimir en tu oquedad!
más
no, no la hieras cruentamente
al
mencionar que su pasión,
le
hace mal y otorga muerte,
¡NO!
NOEMÌA
13-03-2014
09:20 A.m.
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