DICOTOMÍA RECONSTRUÍDA
Escríbele a mi alma,
El verbo imperativo
Que no conjugue el sentimiento,
Es preciso que fusione
La sangre confundida,
Después de la ignominia
De tu marcada prioridad,
En la perenne roca
De tus vanidades repetidas,
Asciende a la montaña más alta
Con el águila real de tu conciencia,
Y lleva expuesto el arcano mayor
De tu indolencia,
Otea desde allí
Las pavesas que han quedado
Del alma y la conciencia
Más, sólo el verbo íngrimo me basta
Y por volición, sin rencores adornados
Anclaré mi lírica, el olvido y mi razón,
Al innovado puerto de la paz y la esperanza.
NOEMÍA
02-05-2011
01:32 a.m.
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